viernes, 7 de septiembre de 2012

¨Le tengo mucho miedo al drama del escritor exiliado¨ Entrevista a Leonardo Padura.


Por Javier Gómez Sánchez

15 de Agosto del 2012

Entrevista realizada al novelista y ensayista cubano Leonardo Padura durante su estancia en Santo Domingo, República Dominicana.

El encuentro se produjo en la sala vacía de Casa de Teatro minutos antes de la presentación de su próxima novela que se titulara Herejes y en la cual regresa su personaje Mario Conde.




JG: No es su primer viaje a República Dominicana…

LP: No, he estado varias veces, no sé cuantas, han sido varias, pero hacía rato que no venia, como 5 o 6 años.

JG: ¿Como fue su acercamiento a la República Dominicana?

LP: Mi primer contacto con la República Dominicana se pierde en el tiempo, al igual que para todos los cubanos.  Cuando estamos en tercer o cuarto grado de la primaria, y estudiamos la Historia de Cuba nos hablan de un general de las guerras de independencia, Máximo Gómez, y que había nacido en la República Dominicana en Bani. Este contacto histórico por supuesto abrió después muchas otras puertas. La música fue un elemento importante de conocimiento de lo que fue, y de lo que es la República Dominicana.
Ya físicamente el primer encuentro se produce a partir del año  1996 o 1997 que vengo,  invitado por Freddy Ginebra, a Casa de Teatro, a este teatro, que no era como es ahora, era mucho más modesto, después Freddy consiguió hacer esta maravilla que es ahora, y desde entonces me he mantenido muy en contacto, con la República Dominicana pero casi siempre a través de Casa de Teatro.

JG: En el año 2001, con La Novela de mi Vida gana el Premio Internacional de Novela Casa de Teatro, ¿En una carrera tan rica y extensa donde ha recibido  algunos de los premios literarios más codiciados, que significado tuvo el de Casa de Teatro?

LP: Ese premio es muy importante porque  yo sigo pensando que La Novela de mi Vida es el libro en que yo he conseguido un equilibro más satisfactorio  entre los propósitos y los logros.  Siempre el desafío de un escritor, es como conseguir lo que uno se propone, llevarlo a la literatura, hacer literatura con los propósitos,  creo que en esa novela hay ese equilibrio de manera bastante lograda, y sigue siendo un novela en la que a nivel de lenguaje de personajes, de historia contada, de proposiciones sociales, políticas, filosóficas, conseguí que todo eso funcionara de la manera que para mi juicio, sigue siendo la más completa dentro de mi literatura.

JG: ¿Cómo recibió la noticia del premio?

LP: Fue una llamada de Freddy Ginebra. Yo había enviado, como otros concursantes, la novela al premio, y una mañana, me llamo Freddy y me insulto como suele hacer él (se ríe)  y me dice has ganado el premio, y nos pusimos muy contentos todos. Después vine a presentar la novela aquí en Santo Domingo, y sigue siendo un recuerdo muy amable y muy agradable.

JG: ¿Qué importancia tiene Casa de Teatro, para la literatura del Caribe?

LP:   Casa de Teatro ha tenido una focalización en lo que es el teatro y la música, pero también ha tenido un papel  promotor muy importante en la literatura y las artes plásticas.  En el caso de la literatura el único concurso que existe en la región para escritores de lengua hispana, para el Caribe ,es decir Cuba , Puerto Rico y  República Dominicana es el que organiza Casa de Teatro, le ha dado la posibilidad, a muchísimos escritores, de darse a conocer con las publicaciones de Casa de Teatro, tener la posibilidad de la promoción  que significa un premio, y siempre  con este sentido caribeño,  totalizador , vinculante entre las tres islas, que tienen tantas conexiones culturales, pero que a veces están o  han estado tan distantes,  por razones políticas, sociales, en fin que son ajenas por completo a lo que es la cultura, que siempre ha sido muy cercana.




JG: ¿Que ha podido leer de la literatura dominicana más reciente?

LP: De la literatura dominicana reciente conozco poco,  igual que me pasa con mucha literatura reciente.  Llevo doce años trabajando novelas en las que lo histórico es un componente muy importante, y eso me ha obligado a leer un tipo de literatura muy específica, que tiene que ver con lo que estoy escribiendo. Cuando escribí La Novela de mi Vida, tuve que estudiar la historia cubana del siglo XIX muy a fondo, cuando escribí El Hombre que Amaba a los perros fueron 5 años de trabajo,  en los cuales tuve que estudiarme toda la , Revolución Rusa, la Guerra Civil Española, los Procesos de Moscú, en fin,  tuve que hacer un investigación muy amplia, y ahora con esta novela que estoy escribiendo que se desarrolla en la Holanda del siglo XVII, me ha ocurrido lo mismo, mucha más historia, mucha más información en función de las novelas, que literatura contemporánea. Creo que la última novela dominicana que leí es la de Junot Díaz, La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao y fue una lectura que me satisfizo.




JG: La Breve y Maravillosa Vida de Oscar Wao es una obra que tiene muchos elementos pop. NY es una ciudad eminentemente pop. Como cree que le impacto que produce una ciudad como Nueva York se refleja en el arte latino que se produce allí.

LP: Nueva York es una ciudad muy peculiar. Yo digo Nueva York es Nueva York y que casualmente, por geografía esta dentro de los Estados Unidos. Es la ciudad más cosmopolita  de estos momentos en el mundo.  Hay un caso que me interesa y me parece mucho más paradigmático que el de la literatura incluso, que es el de la música. Yo estudie bastante el fenómeno de la música Salsa,  esta relación de la comunidad hispana o latina, que se reunió en Nueva York, de puertorriqueños,  dominicanos, cubanos, panameños, brasileños y que dieron origen al fenómeno  musical más característico de la segunda mitad del siglo XX, que fue la Salsa. Eso se pudo producir en Nueva York porque ahí estaban,  primero las condiciones económicas,  pero segundo las condiciones artísticas y humanas, con esta comunidad tan variada, de inmigrantes latinos o hispanos que  a partir de patrones musicales propios de las islas, lograron construir esa música que fue  y sigue siendo uno de los fenómenos culturales más importantes que ha logrado el Caribe.

JG: En 2005 publico La Neblina del Ayer  y  en sus páginas, en una escena, Mario Conde va a visitar a su jefe ya jubilado, allí fuman juntos tabacos dominicanos mientras beben ron dominicano. ¿Son elementos están ahí por ser placeres personales que puso en el paladar de sus personajes?

LP: Si, en el caso de las novelas de Mario Conde, muchas de las experiencias tienen que ver con elementos vividos por mi  o elementos deseados por mí, y ahí yo trato de hacer una mezcla un poco hedonística, respecto al disfrute de ciertos placeres, placeres que últimamente están bastante mal vistos, como es fumarse un buen tabaco o un cigarrillo, o tomar ron,  y yo juego mucho con esto. Juego mucho con la comida y la posibilidad de comer en las novelas lo que no podemos comer en la realidad. Es un elemento que creo que caracteriza a las culturas de los países. Creo que según comamos y bebamos tenemos características específicas, no es lo mismo la cultura del ron que la cultura del vino o la cultura de la cerveza en el mundo en general,  y esos son elementos que me permiten terminar de redondear a los personajes  y el contexto en el que viven.
Es un juego, pero es también una realidad, un homenaje.  En los últimos anos ya yo no fumo habanos, pero hubo una época en que de vez en cuando fumaba,  y en Cuba hay dos tipos de puros que puedes fumar,  o los muy buenos o los muy malos, y los muy buenos son muy caros, y los muy malos son muy malos, y en esos años afortunadamente mi amigo Freddy Ginebra, director de Casa de Teatro,  de vez en cuando por alguna vía conseguía  una caja de tabacos  León Jiménez y me los hacía llegar o me los llevaba cuando iba a la Habana y me los fumaba. Tenía que hacerle un homenaje,  a Freddy  y a esos tabacos que tanto placer me daban y por eso están en la novela.

JG: ¿Hay algo de lo típico dominicano algo que haya disfrutado especialmente durante sus visitas?

LP: He disfrutado muchas cosas de República Dominicana, pero creo que un día comí un estofado de chivo,  que no se me ha olvidado,  es uno de los platos que más he disfrutado en mi vida.




JG: ¿Cómo ve que ha sido acogida su obra en República Dominicana?

LP: Creo que muy bien, desde esa primera vez que yo vine, comenzó una relación de cercanía.  En los últimos años he estado invitado tres o cuatro veces a la Feria del Libro y no he podido venir por cuestiones de agenda,  hay un defecto caribeño de que todos lo conocemos, y es que dejamos las cosas para el final, y en las tres o cuatro ocasiones que me han invitado lo han dejado tan para el final, que no he podido venir porque he tenido otros compromisos. Tengo pendiente un encuentro mucho mas masivo con los lectores dominicanos,  en la Feria del Libro ,que me encanta cómo se organiza, como se hace, y que espero que en los próximo años, lo pueda satisfacer por que realmente me siento muy  a gusto en República Dominicana , igual que en Puerto Rico. Para mi ir a San Juan, y tener un encuentro en las librerías con los lectores,  en las universidades es un placer, igual que en Cuba, por supuesto,  por lo tanto creo que es algo que tengo que buscar la manera de sostener, de alentar y de tratar de que se incremente.

JG: ¿Veremos una historia dominicana en alguna de sus novelas?

LP: Eso es muy difícil de decir porque uno nunca sabe de dónde van a salir las historias de la cuales uno va a escribir, se presentan, y pudiera llegar alguna idea que esté relacionada con la República Dominicana. Ahora mismo he escrito una parte de mi novela que se desarrolla en Ámsterdam,  un mundo bastante lejano geográfica, cultural, hasta climatológicamente de mi, así que no descarto para nada que en algún momento la República Dominicana, me toque la puerta con alguna historia.

JG: Mas allá de la historia y circunstancias de cada país, la emigración se ha convertido en una tradición en Cuba, República Dominicana y Puerto Rico, son países que tienen un gran componente migratorio en su cultura. Sé que le han preguntado muchas veces por qué no se ha ido de Cuba, yo prefiero preguntarle qué significa para usted la persona que se va.

LP: La emigración es un fenómeno sin el cual la historia del Caribe no se puede contar. Es un fenómeno que nos ha perseguido para bien y para mal. Ha sido un exilio que ha sido enriquecedor en muchos casos.  En la vida cultural cubana  los Henríquez Ureña, dominicanos, fueron fundamentales. En estos momentos aquí en República Dominicana vive un grupo de artistas cubanos,  que también están siendo fundamentales en el trabajo cultural que se desarrolla en el país, es decir que tiene siempre lados positivos, lados que nos permiten, crecer y nos permiten encontrarnos . Pero también ha sido un exilio desgarrador desde el punto de vista humano.
La historia de las islas españolas del Caribe, no se puede contar sin la emigración, incluso en el caso cubano,  se sabe perfectamente como todo el proceso de la independencia definitiva  del colonialismo español se fraguó en el exilio.  Es decir que vivir fuera de las islas ha sido un elemento muy importante, en el caso de José María Heredia,  por ejemplo , vivió muchos más años de su vida fuera  de Cuba que en Cuba, apenas vivió 3 años y medio de su vida en Cuba , sin embargo se sintió cubano, en momento en que Cuba no existía. En mi caso especifico el hecho de que haya existido un emigración, un exilio, es algo que me toca muy personalmente, una parte muy importante y mayoritaria, de mi familia por la parte paterna,  vive fuera de Cuba, vive en los Estados Unidos.  Uno de mis hermanos vive fuera de Cuba. Es decir que es un drama que también me toca a mí en lo personal,  y en mi caso especifico yo nunca he decidido emigrar, y por ejemplo en los años 90 lo pensé como creo que lo pensaron todos los cubanos cuando la situación en cuba  llego a un punto de inopia, de imposibilidad de poder resistir la vida cotidiana, que todo el mundo prácticamente,  excepto un uno o dos por ciento que no tenia los mismos,  problemas que teníamos los demás, pensó que la solución era emigrar.  Yo tengo un sentido de pertenencia muy grande, y le tengo mucho miedo al drama del escritor exiliado, a veces prefiero, sufrir determinadas carencias,  problemas, incomprensiones, a veces hasta injusticias, viviendo dentro de Cuba, porque eso incluso se convierte en un alimento para mi obra. Yo no puedo, y pudiera  tal vez haberme ido a vivir a España hace muchos años,  o pudiera irme a vivir ahora que incluso tengo,  la condición de ciudadano español, pero es que yo nunca voy a ser un escritor español.
   Hay un ejemplo que yo siempre pongo, si a mi alguien me pregunta ahora, que paso en el año 1976 en la liga española de futbol, tendría que ir a la Biblioteca Nacional y buscar los periódicos para saber si gano el Real Madrid, el Barcelona, el Betis o el Valencia.  Sin embargo si me preguntan quién gano la Liga Cubana de pelota, lo sé perfectamente y es que el escritor se hace de esas memorias, de la cultura y de la sociedad a la cual pertenece  y el desarraigo es realmente muy doloroso para el artista y para el escritor.




JG: Si la emigración ha sido una constante, en los últimas décadas el regreso a estancias cortas lo ha sido también, algunos las hacen cada vez más largas y en los años más recientes algunas personas regresan a vivir a Cuba, sobretodo en el caso de artistas o escritores. Son aun pocos, pero van en aumento. En sus novelas ha existido con cierta frecuencia alguien que regresa a Cuba a encontrarse con su pasado. ¿Qué significa para usted esa persona que regresa?

LP: El regreso en el caso de un puertorriqueño o de un dominicano puede ser traumático,  ene le caso de un cubano es altamente traumático, porque en ocasiones es imposible.  En Cuba ha existido durante casi 50 años una figura legal que se llama la salida definitiva del país,  que son personas que han salido del país, por razones políticas, económicas, sociales, familiares, amorosas, las que sea, a las cuales después les ha sido imposible regresar a Cuba, y eso ha hecho que el regreso para el cubano tenga un carácter distinto que para el puertorriqueño o el dominicano.  A lo mejor un dominicano que hoy venga de España a vivir otra vez aquí a Santo Domingo,  puede tener un sentimiento de derrota, de decir: Bueno, fui a conquistar el mundo pero no pude conquistarlo, porque ese mundo además se hundió. Pero en el caso del cubano tiene muchas más connotaciones, en el que entra incluso el elemento político, legal, y a veces hasta el resentimiento, por lo tanto, es mucho más complicado en el caso cubano.

JG: ¿Las características de una isla, de la gente que vive en islas y que escribe en islas, tienen algo propio se pueda llamar  literatura insular?

LP: Sí y no. Yo pienso que la isla condiciona una manera de pensar y ser del individuo. No es lo mismo la condición de vivir en  una extensión geográfica mucho más amplia, el hecho de tener fronteras, aunque República Dominicana tiene frontera con Haití, pero Puerto Rico no la tiene , Cuba tampoco, solamente el mar, y el hecho de estar rodeados de mar, hace que la vida hacia el interior, sea muy importante, pero a la vez pude ser, de alguna manera frustrante, porque significa a veces en la cultura una manera de encerarnos en nosotros mismos, y ha habido en ese sentido una falta en ocasiones, de universalidad, en los artistas de las islas, y fíjate que cuando se rompe ese, cerco de lo local , de lo insular, como es el caso por ejemplo de Alejo Carpentier,  que creo que es paradigmático, la obra alcanza una dimensión mucho mayor.  Yo creo que, junto a esa condición de la isla, que nos hace tener una cultura, con la cual nos identificamos, una pertenencia, también es importante tener la posibilidad de mirar más allá del mar,  y encontrarnos con el resto del mundo.



JG: De sus 10 novelas publicadas, 7 pertenecen a la saga del policía Mario Conde y los lectores lo siguen pidiendo. En el 2001 sorprendió con una novela sobre la vida de poeta José María Heredia, luego volvió Mario Conde con la Neblina del Ayer, su última obra publicada cuenta la historia del asesino de León Trotski, pero en la próxima, Herejes, nos adelanta que regresa Mario Conde. ¿Como le ocurrió a  Authur Conan Doyle que se sentía atrapado por su personaje Sherlock Holmes, ha llegado a odiar a Mario Conde?

LP: No, para nada, yo le agradezco muchísimo a Mario Conde. Gracias a Mario Conde, yo he comido en estos años, yo he viajado en estos años, he disfrutado escribiendo novelas estos años, he podido dedicarme profesionalmente a la literatura, y me ha permitido además a través de 6 o 7 novelas, poder hacer un arco, un recorrido de la vida contemporánea cubana, de una manera  que en la cual he tratado de ver el elemento humano, como se ha ido manifestando a lo largo de estos años, y como la realidad ha ido influyendo en ese elemento humano, le agradezco muchísimo a Mario Conde, haberme acompañado en estos años, y pienso que va a seguir acompañándome unos cuantos años más. 

Santo Domingo, 15 de agosto del 2012.



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