jueves, 4 de abril de 2013

De Ranchuelo a Houston sin salir de Cuba. Entrevista con el cuentista Lázaro Echemendía.





por Javier Gómez

Lázaro Echemendía (Villa Clara, Cuba. 1971)  Es el autor de la pagina web www.nombrete.com, una recopilación de cuentos cortos en constante crecimiento. Salidos de la Cuba profunda, un lugar que se extiende entre lo rural y lo urbano, sus historias son estampas costumbristas marcadas por el choteo (1), un sello de la identidad cubana y guiadas por una de las expresiones de humor más practicadas en la cultura popular: el nombrete.



Lázaro, naciste en un pueblo con muchas historias…

Nací en Santa Clara, pero tan pronto le dieron el alta mi madre me llevó para Ranchuelo, el pueblito cigarrero donde crecí. En Ranchuelo hice la escuela primaria, luego la secundaria. El preuniversitario me fui a hacerlo a Santa Clara, al IPVC Ernesto Guevara, del que en el 88 salí sin honores ni gloria. En el 90 llegué al Instituto Superior de Ciencias Médicas con la idea de dedicar el resto de mi vida a la investigación científica -bioquímica, inmunología- pero razones extracurriculares y mi apatía hicieron que seis años después me graduara de médico raso.

¿Los personajes que describes y sus historias fueron conocidos por ti personalmente?

A muchos los conozco, el resto me los cuentan. Mi pueblo es un caudal inagotable de personajes y leyendas. Luego he descubierto que otros pueblos también lo son, que Cuba entera es una tierra de maravillas, condición que no nos hace excepcionales, México, República Dominicana, Colombia, Islas Canarias, los pueblos del sur de Francia también lo son.

Personalmente he ido recogiendo de mis experiencias. Varios de mis cuentos, por ejemplo, tienen lugar en hospitales... y que cuentos